No tengan la desvergüenza de llamarnos ‘pobres de pensamiento’, y más tarde decirnos que somos unos amargados que lo vemos todo negro… la oscuridad viene de las gafas de sol que nos habéis incrustado a sangre en la piel y en los ojos. Nos reconocemos como sujetos en rebeldía, seres hermosos y DIFERENTES. Somo lo Otro a lo que tienen miedo los amos y sus secuaces, y no necesitamos integrarnos en la pesadilla que habéis diseñado para sonreír. Ese gesto nos lo guardamos para cuando estamos entre igualesm entre conspiradores que trabajan por salir del campo de concentración en el que nos han encerrado… y cuya puerta reza: EL TRABAJO OS HARÁ NORMALES.Hemos aprendido que por más larga que sea la correa, el perro ni deja de ser perro, ni es más libre.
UHP. ¡Uníos hermanos psiquiatrizados en la guerra contra la mercancía!
Sin existencias