30 poemas del ex poeta José Ángel Cuevas, hace exactos treinta años, entregó un informe tan realista de los
primeros años de la Transición, de las emociones por entonces circulantes y en conflicto, que constatamos
ahora que su informe también era profético, y que sus advertencias eran tan claras y fueron tan poco
escuchadas como las de Casandra. Ese aspecto intemporalmente visionario se hizo uno con la poesía del
libro, suprema realmente: en él aparecieron “La destrucción de Ferrocarriles de Estado…”, “Los
alcohólicos de Chile” o “Grandes borracheras con mi amigo Talo/Tilo…”, y otros poemas que de
inmediato se revelaron imprescindibles.
“Para enfrentar el dolor emocional —ya sea por ideología, por afinidades electivas o simplemente porque
la dictadura no parece ser una época buena para dar rienda suelta a los sentimientos— se elude la
subjetividad. La desconexión con el propio dolor es pie forzado de esta poesía. De él surgen los más
interesantes recursos de Cuevas, quien lejos de ser sencillo o humilde como lo definió en su tiempo el
crítico Valente, es el gran cronista de la compleja realidad chilena de los 90; de forma hábil expresa, muy
a la chilena, su molestia, sin expresarla del todo”.
ALEJANDRA DEL RÍO
JOSÉ ÁNGEL CUEVAS (Santiago, 1944), uno de los poetas chilenos más importantes de las
últimas décadas, estudió desde 1965 a 1972 en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile,
donde se graduó de Profesor de Filosofía. Varias veces candidato al Premio Nacional, algunas
de sus principales obras son Efectos personales y dominios públicos (1979), Introducción a Santiago (1982),
Proyecto de país (1994) y Maxim (2000). Su poesía ha sido antologada en Adiós muchedumbres (1989),
Restaurant Chile (2005), Canciones oficiales (Ed. UDP, 2009) y Ex-Chile (2021).