La fuerza creadora escapa a toda denominación (…) Probablemente ella misma es materia, una forma de materia que no es perceptible con los mismos sentidos que los otros tipos conocidos de materia. Pero es preciso que se deje reconocer en la materia conocida. Incorporada a ella debe funcionar. Unida a la materia, debe tomar cuerpo, devenir forma, realidad. Esta es la experiencia del arte demarcada por la obra de Paul Klee y sobre ella versan los escritos aquí reunidos bajo el título de Teoría del arte moderno.
Pero más acá de la obra hay su génesis: registro difuminado, desenfocado de la imagen-cuerpo: líneas, claroscuros, color. La ley gravífica terrestre cede en soberanía. Poco a poco son fuerzas centrífugas las que dominan la escena: el enraizamiento terrestre se desentiende en favor de una común participación cósmica. Levitar, volar. Nadar, bucear. ¿Aire? ¿Agua? Cualquiera sea la ecuación, el cuerpo busca la respuesta motriz favorable a la libre movilidad. Pues de lo que se trata, finalmente y desde siempre, es de la elección y composición de los medios plásticos-corporales que más adecuadamente expresen enforma los contenidos en formación.
El arte puro supone la coincidencia visible del espíritu del contenido con la expresión de los elementos de forma. ¡Denme pues un cuerpo! … ¡mas no uno cualquiera! Es la exigencia en la búsqueda que dotada de alas por la intuición suele poseer la superioridad.
Su logro será ya cuestión de temperamentos: ¡que nadie se crea obligado a esto! Que cada uno se dirija según los latidos de su corazón.
Componendas para la presente edición
Capítulo I – Aproximaciones del arte moderno
Capítulo II – Del arte moderno
Capítulo III – Credo del creador
Capítulo IV – Vías diversas en el estudio de la naturaleza
Capítulo V – Búsquedas exactas en el dominio del arte
Capítulo VI – Exploración interna de las cosas de la naturaleza: realidad y apariencia
Capítulo VII – Filosofía de la creación
Capítulo VIII – Esbozo de una teoría de los colores
Apéndice – Esbozos pedagógicos
Paul Klee (1879-1940)
Fue uno de los pintores más influyentes del siglo XX. Criado en una familia de músicos, se convirtió tempranamente en un violinista destacado hasta que definió su pasión por las artes plásticas. Estudió en Italia y Alemania, recibió la influencia del expresionismo, el cubismo y el surrealismo, y fue profesor de la escuela Bauhaus, pero su aporte definitivo a la historia del arte se consolidó con sus estudios sobre la teoría del color.
Junto a su extensa obra pictórica, Paul Klee produjo una suma de ensayos y manifiestos célebres que condensan tanto su pensamiento artístico como el espíritu estético de su época.