Los tangos de este libro son cultos no por ser más eruditos o más artísticos que los tangos “verdaderos”, sino por haber sido escritos por algunos de los compositores de “música culta” más importantes de la historia argentina: los tangos para piano (1941) de Juan José Castro. el “tempo di tango” del Homenaje a Juan José Castro incluido en los Preludios americanos (1944) de Alberto Ginastera. el Tango alemán (1978) de Mauricio Kagel, que agrega a un trío de violín, bandoneón y piano un cantor de tangos que practica un idioma incomprensible. las Cinco piezas para guitarra (1980) de Astor Piazzolla, que contribuye al repertorio de la guitarra de concierto sin apartarse de su estilo musical. el tango usado como material electroacústico y evocado como horizonte rítmico por Francisco Kröpfl. las “realizaciones” del Perpetual Tango de John Cage por Mariano Etkin, Manuel Juárez, Erik Oña, Gabriel Valverde y Cecilia Villanueva (1989). la obra de Gustavo Beytelmann, cuyo diálogo entre tango y vanguardia histórica se vincula directamente con su experiencia del exilio. el “tango residual” en composiciones recientes de Pablo Ortiz para violonchelo y para piano, que alejándose de Piazzolla recupera expresiones del tango de los 40 y 50. y la Pieza en forma de tango opus 11, también llamada Miserere, de Johann Sebastian Mastropiero, famoso compositor imaginario de Les Luthiers, que incursiona en el género popular por excelencia desde las libertades y las convenciones de la música clásica. Esas obras constituyen una muestra de cómo han variado, en función de los estilos personales y los contextos históricos, las actitudes de los compositores ante una pregunta recurrente en la Argentina, que es la del tango mismo como experiencia, y como cruce musical entre lo culto y lo popular. El libro, que incluye artículos de Esteban Buch, Omar García Brunelli, Lisa Di Cione, Silvia Glocer, Marina Cañardo, Camila Juárez, María Laura Novoa, Juliana Guerrero y Federico Monjeau, concluye con la respuesta de Mauricio Kagel, en una entrevista realizada en París en 2008: “El tango era la música culta más valiosa”.
Tangos Cultos: Kagel, J.J. Castro, Mastropierto y otros cruces musicales
Sin existencias