Sonata para violoncello y piano en D menor

Sólo con sus últimas obras Debussy, un innovador poco convencional, volvió a la tradición. En 1915 tenía en mente seis sonatas para diversos instrumentos. Sólo pudo completar tres de ellos antes de su muerte en 1918, tras una grave enfermedad. La primera de ellas fue la Sonata para violonchelo, que compuso con inusual rapidez en 1915. Durante sus vacaciones de verano junto al mar en Pourville, Debussy trabajó a gran velocidad. La sonata, con una inusual secuencia de movimientos Prólogo-Sérénade-Finale, fue publicada ese mismo año. La obra pertenece al repertorio central del violonchelista.