Discutidos en marzo de 1830 en el seno de la academia real de las ciencias
1830. Paris. Dos jóvenes anatomistas presentan ante la Academia de las Ciencias una investigación sobre la organización de los moluscos. En ella se quiere mostrar la analogía existente en la composición orgánica entre vertebrados y moluscos.
Etienne Geoffroy Saint-Hilaire, comisionado a presentar un reporte sobre los resultados de la investigación, encuentra allí una prueba más en favor de su tesis sobre la unidad de composición orgánica en los tipos animales.
Georges Cuvier, científico eminente, la desaprueba: la considera un atentado a los principios fundamentales de la anatomía comparada, y un descrédito a sus propias investigaciones en la materia.
Este defiende la distinción aristotélica de los cuatro modos fundamentales e irreductibles de organización animal: vertebrata, molusca, articulata y radiata. El otro entiende posible la reducción de estos cuatro tipos a una pauta organizacional común.
Cuvier responde al informe presentado en una replica airada. Los ánimos se crispan. La prensa publicita la polémica; el público la encona. La retórica promiscua se extiende entre científicos y editores.
E. Geoffroy resuelve comunicar sus puntos de vista a través de la vía de un escrito impreso: Principios de Filosofía Zoológica.
Y escribe: de cada sesión que hacía diariamente en los gabinetes del Jardín del Rey, recibía una impresión que, reproduciéndose siempre igual, me llevó a esta visión del espíritu…
…una visión de genio filosófico que conecta contemporáneos en todos los tiempos en los que alguien pudo ver en la vida su naturaleza “plástica”: un fondo común constituyente, una misma anatomía variada infinitamente.
1996. La genética molecular confirma una de las hipótesis discutidas en la polémica Geoffroy Saint-Hilaire – Cuvier: la identidad (por inversión) de los planes corporales de vertebrados y artrópodos. (De Robertis y Sasai)
1904. “Todo en la naturaleza se modela según la esfera, el cono y el cilindro. Hay que aprender a pintar sobre la base de estas figuras simples; después se podrá hacer todo lo que se quiera.” (Cézanne)
Sobre la teoría de los análogos. Discurso preliminar.
Sobre la necesidad de escritos impresos.
Primera argumentación por el Señor Barón Cuvier.
Consideraciones sobre los moluscos, y en particular sobre los cefalópodos.
Réplica improvisada a la primera argumentación del señor barón Cuvier.
De la teoría de los análogos.
Para establecer su novedad como doctrina, y su utilidad práctica como instrumento.
De la teoría de los análogos.
Aplicada al conocimiento de la organización de los peces.
Segunda argumentación del Señor Barón Cuvier.
Sobre los huesos hioides.
Primera réplica a la última argumentación.
Primer resumen de las doctrinas relativas a la semejanza filosófica de los seres, por los redactores del Tiempo.
Segundo resumen de las doctrinas relativas a la semejanza filosófica de los seres, por los redactores del Nacional.