Piano Concerto no. 3 d minor op. 30

Es una cuestión de gusto personal si el segundo o tercer concierto para piano de Rachmaninoff es el mejor. Pero no hay duda de que “Rach 3”, con su abundancia de ideas melódicas, hoy se encuentra entre los más queridos y, al mismo tiempo, los más desafiantes técnicamente en la literatura de conciertos. El pianista polaco Josef Hofmann, a quien estaba dedicado el concierto, escrito en 1909, no quiso interpretarlo en público durante su vida, y fue Vladimir Horowitz quien finalmente facilitó su avance en los escenarios de conciertos. Además de la primera edición y las grabaciones, para esta edición también pudimos consultar la partitura completa autógrafa que hoy se conserva en la Biblioteca Británica. Como ocurre con todas las ediciones Rachmaninoff de G. Henle Publishers, la digitación es del virtuoso del siglo Marc-André Hamelin.