Este libro aborda la oposición entre lo nuevo y lo tradicional en educación, sin elogiar lo primero ni proponer un regreso nostálgico a lo segundo. Busca salir del espejismo dibujado sobre esa vieja oposición y pensar (desde la pausa de un paréntesis) en todo aquello que ese esquema binario no deja ver. Se pregunta qué discursos conservadores se disfrazan de novedad y qué sentidos de la vida escolar se atenúan cuando algo es rotulado como tradicional.
Analiza las críticas dirigidas a la escuela y diferencia las formuladas por la Escuela Nueva y las pedagogías críticas de las que se plantean hoy desde una postura gerencialista y economicista. Distingue entre el alumno como oprimido o como cliente y entre el docente como un intelectual público o como un emprendedor; ya no se trata de distinguir entre lo nuevo y lo tradicional, sino entre las críticas de la vieja escuela nueva y las del (pseudo)escolanovismo de mercado.
Esta obra propone un recorrido en clave pedagógica a través de algunas palabras potentes, como conversación, cuidado o confianza, que vale la pena volver a pronunciar en la escuela.
CONTENIDO:
Palabras preliminares para una pedagogía entre paréntesis
Una pedagogía (entre paréntesis)
De qué trata este libro
Dos hipótesis sobre lo nuevo y lo tradicional
PARTE I. LA VIEJA ESCUELA NUEVA Y EL (PSEUDO)ESCOLANOVISMO DE MERCADO
Capítulo 01. De novedades y tradiciones
Lo nuevo y lo tradicional
Ese (viejo) amor por lo nuevo
La novedad (como disfraz)
La vieja escuela nueva y el (pseudo)escolanovismo de mercado
Capítulo 02. La ¿revolución? del cerebro
Mirar al alumno (y no a su cerebro)
Humanizar las relaciones pedagógicas (sin gestionar emociones)
(Pero, ¿a quién le hace daño un poco de coaching emocional?)
Capítulo 03. Partir de los intereses de los alumnos
Interés, motivación y tiempo liberado
Interés y obligatoriedad
Capítulo 04. La obsesión por la utilidad
Y esto, ¿Para qué me sirve?
Escuela, mundo y vida
Acerca de la distancia entre el enseñar y el aprender
Libertad y currículum flexible (¿o libertad de mercado y currículum flexibilizado?)
Capítulo 05. Emplear tecnologías (sin dejarse usar por ellas)
Lo tecnológico y lo pedagógico
Tecnología (y marketing del futuro)
Luces y sombras de la tecnología en la escuela
Tecnologías y juego
Capítulo 06. El maestro innovador y emprendedor
Escuelas del siglo XIX, maestros del XX y alumnos del XXI…
Emprender e innovar (mirar al futuro)
Una docencia de plataformas
Elogio de lo nuevo
Pensar el cambio (oír al pasado)
(Y, finalmente, ¿a quién le hace daño un poco de emprendedorismo?)
PARTE II. MÁS ALLÁ DE LO NUEVO Y LO TRADICIONAL
Capítulo 07. Entre las relaciones pedagógicas y los sistemas políticos
La enseñanza como relación y como sistema
Las dos caras de la planificación
Las dos caras de la evaluación
Sonoridades de la diversidad
Capítulo 08. Preocupaciones metodológicas y preocupaciones ético-críticas
Dos lenguas desencontradas
Máquinas de enseñar
PARTE III. VOLVER A PRONUNCIAR ALGUNAS PALABRAS
Capítulo 09. Defender, elogiar, recuperar la escuela
“Resonancias y subrayados”
¿Qué significa ser alumno?
La renuncia a la utilidad
Desnaturalizar los destinos
Capítulo 10. Conversación
La magia del aula
Docentes preparados (para conversar)
Capítulo 11. Cuidado
Cuidado: gesto ético, práctica de conservación y mirada pública
Cuidar y enseñar
Más allá del mero cuidado
Capítulo 12. Experiencia
Experiencia: territorio con huellas
Experiencia: escenario, vivencia, relato y ganancia
Experiencia: diez notas sueltas
Capítulo 13. Confianza
Decir confianza
Confianza y saber
Confianza y tiempo (¿ser de confianza o estar en confianza?)
Confianza y alteridad
Capítulo 14. Rituales y ceremonias
Ritual
Ceremonia
(ÍNDICE DE RELATOS). BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCION
De qué trata este libro
Este libro habla sobre el contraste entre lo nuevo y lo tradicional en educación. Pero no lo hace trazando una semblanza de lo nuevo ni procura despertar a los maestros tradicionalistas para que se asuman, de una vez por todas, partidarios de lo nuevo y echen mano a todo aquello que traen los aires de cambio. Tampoco se propone un regreso nostálgico a los valores perdidos ni nada por el estilo. La idea que se ubica en el centro del texto es prácticamente opuesta a ese elogio de lo nuevo o de lo viejo. Este libro propone, en cambio, salir del espejismo que se dibuja sobre la dicotomía nuevo/tradicional. Pensar, aunque sea entre paréntesis, en aquellas cosas que el esquema binario nuevo/tradicional nos impide pensar. A la vez, nos interesará reconocer la heterogeneidad que se oculta tras esa distinción estereotipada. Detrás del título de lo nuevo, especialmente, se encuentran posturas totalmente antagónicas que, en su coral oposición a lo tradicional, pueden llegar a mimetizarse. Uno de los propósitos de este trabajo es, entonces, recorrer la dicotomía nuevo/tradicional para desarmarla y para reconocer, de cada lado, algunas cuestiones que ameritan ser señaladas.
Intentaremos distinguir a los ideales escolanovistas de fines del siglo XIX y principios del XX, para diferenciarlos de los discursos actuales que critican a la escuela tradicional desde posiciones utilitaristas o efectivistas, muchas veces inspiradas en un imaginario teñido de jergas economicistas, gerencialistas, provenientes del mundo del mercado. Es decir que, leyendo las críticas a la escuela tradicional, encontramos al escolanovismo de Ferrière, Dewey, Montessori y Decroly, ideas que supieron entrar en diálogo fecundo con las pedagogías críticas y el constructivismo, conformando todo un movimiento de revisionismo crítico del que abreva el pensamiento progresista contemporáneo. Pero también encontramos, entre quienes critican a la vieja escuela, una especie de pseudoescolanovismo inspirado en una ética de mercado, donde no se revisan ya las formas escolares o los principios filosóficos de la enseñanza, sino que se cuestiona a las instituciones escolares y a los docentes desde un lugar muy diferente del de la pedagogía activa, el reproductivismo o las teorías críticas.
Del lado de lo tradicional, a su vez, interesa recuperar el sentido filosófico, pedagógico y político de algunos conceptos que han sido, creemos, injustamente estigmatizados, y que la pedagogía de los últimos años ha comenzado a revisar, a traer a escena, a volver a pronunciar. Es cierto, como apunta Fattore, que la llamada pedagogía tradicional se ha articulado a distintos significantes a partir del campo desde el cual retroactivamente se la construya (Fattore, 2007, p. 17), ya que lo tradicional se vuelve tradicional sobre el espejo de las distintas actualidades que pretenden dejarlo atrás, asumiendo el lugar de la novedad. Y en esta operación, lo tradicional siempre queda mal parado. Las ideas de transmisión, atención, ejercicio, estudio, disciplina en fin, ciertos términos que denominan algo de la esencia de lo escolar han sido señalados por sucesivos revisionismos para denostarlos como íconos de lo tradicional. Intentaremos aquí dialogar con algunos textos que buscan recuperar sentidos en algunos de esos términos y traer ciertas imágenes que pueden servir para pensar el encuentro pedagógico al margen de la dicotomía nuevo/tradicional.
Dos hipótesis sobre lo nuevo y lo tradicional
Indagando en todo lo que puede pensarse más allá de lo nuevo y lo tradicional, presentaremos dos hipótesis de ruptura que buscan responder a la pregunta acerca de qué hablamos, en realidad, cuando hablamos de lo nuevo y lo tradicional
En primer lugar, un análisis de la tensión que existe entre lo que piden las relaciones pedagógicas y lo que piden los sistemas políticos, toda vez que la enseñanza del maestro se ve atravesada de ambos universos. La enseñanza es relación y sistema a la vez. Sucede en el terreno blando y fluido de los encuentros personales, pero también en el marco de un conjunto de reglas, demandas formales y procesos institucionales. Y observaremos cómo, curiosamente, algunos de los aspectos señalados como tradicionales (como las calificaciones o los horarios rígidos) provienen del sistema, son demandas más políticas que didácticas, mientras que otros, que se presentan como respuestas renovadoras, anclan en lo relacional. En este punto, nos detendremos brevemente en algunos ejemplos significativos, como el del examen, al que analizaremos como una práctica política con consecuencias didácticas y, a la vez, como un dispositivo didáctico desplegado en las relaciones, con fundamentos políticos que trascienden esas mismas relaciones.
La segunda hipótesis tiene que ver con el contraste entre lo metodológico y lo ético. Diremos que en esa distinción aparece otro de los dilemas que lo nuevo y lo tradicional disfrazan. Es el contraste entre las preocupaciones metodológicas de los educadores (sus ganas, digamos, de que las cosas funcionen), y las preocupaciones ético-críticas, es decir, las ganas de pensar (otra vez, cada vez) si de verdad las cosas funcionan como quisiéramos.
Finalmente, serán traídas al papel una serie de ideas, de palabras cuya potencia invita a mirar a través de ellas para pensar la educación. El cuidado, la conversación, la confianza, la experiencia, el ritual, la ceremonia, son términos que, como habitantes usuales de los paréntesis, iluminan desde lugares valiosos la vida en las aulas.
Este libro está escrito entre paréntesis porque probablemente desentona con muchas de las cosas de las que el mundo educativo actual nos propone hablar: la educación para la incertidumbre, el cerebro que aprende, la autorregulación emocional, las pruebas PISA, los oficios del futuro Acerca de algunas de esas cuestiones, incluso, se hará aquí un ejercicio de deconstrucción bastante incisivo, aunque desligado de la crítica genérica (y, a veces, vacía) al maldito neoliberalismo, y apoyado en una especie de desmenuzamiento discursivo, en clave histórica o genealógica, de sus elementos. No se trata de despotricar contra el mercado en un sentido general, sino de señalar mecanismos específicos de apropiación de muchos discursos antitradicionalistas contemporáneos, en los que se naturaliza un falso espíritu superador, un progresismo que, bien mirado, es solo aparente. No se trata entonces de volver a lo tradicional, sino de pensar hasta qué punto los mayores conservadurismos de hoy vienen disfrazados de novedad. Esto, por otro lado, sin perder de vista que la resonancia de los términos conservador y progresista en educación es (más allá de cualquier coyuntura histórica y política) ambigua y problemática, porque lo que la escuela hace tiene que ver con la conservación, tanto como con el progreso hacia lo nuevo.
Estas páginas expresan el modo en que me han interpelado una serie de lecturas, de conversaciones y de encuentros en los últimos años. De algún modo, no he querido hacer mucho más que compartir algo de lo que esas experiencias de leer y conversar me han hecho pensar. Es decir, compartir mis resonancias y algunas palabras propias a propósito de algunas preguntas colectivas.