Concerto for Violin and Orchestra in E minor op. 64

Versión tardía 1845

– Nueva situación de fuentes debido a pruebas recientemente redescubiertas

– Edición Urtext revisada

Concierto para violín de Mendelssohn op. 64, es una obra clave del siglo XIX, que se adhiere al estilo clásico de Beethoven y al mismo tiempo señala el camino hacia el espíritu romántico de Brahms. Se sabe desde hace tiempo que Mendelssohn interpretó la obra con tres solistas sucesivamente: Ferdinand David, que trabajó estrechamente con el compositor durante su composición y la interpretó en el estreno; el “niño prodigio” Joseph Joachim; y Hubert Léonard, un joven virtuoso belga del que se sabe poco.

Como las pruebas del Concierto para violín en mi menor se consideraban perdidas durante mucho tiempo, se podría decir que fue una especie de sensación cuando las pruebas para la parte de violín solista reaparecieron junto con una carta de Mendelssohn a Léonard.

La carta nos informa que el compositor invitó a Léonard a su casa de Frankfurt para conocerlo. Ya se sabía que Mendelssohn le había dado hojas de prueba a David; ahora sabemos que también le dio algunos a Léonard. Las pruebas recientemente descubiertas revelan cómo Léonard tocó el concierto con Mendelssohn en esa memorable velada de febrero de 1845.

Además de contener marcas de arco y digitación, también muestran cómo Léonard ejecutó cambios de posición y dónde empleó cuerdas al aire. Además, se muestran las modificaciones realizadas a las marcas dinámicas y la inclinación del legato adicional. Es seguro asumir que todo esto se hizo con la aprobación de Mendelssohn. Que el joven violinista causó una impresión positiva en el compositor se confirma en la correspondencia de este último tras su interpretación conjunta. Mendelssohn elogia la forma de tocar de Léonard y se ofrece a ayudarle a encontrar empleo en Alemania.

Esta edición revisada del Concierto para violín de Mendelssohn (solo las partes orquestales permanecen sin cambios) incluye un folleto separado sobre práctica interpretativa. El editor, Clive Brown, es un reconocido experto en la práctica de la interpretación romántica.