¿Quién no conoce la “Sonata fácil” de Mozart de 1788? Sin embargo, aquellos que practican esta extremadamente popular sonata para piano en do mayor se darán cuenta de que no es tan “fácil” de tocar. Su apodo no proviene de Mozart, sino de la portada de la primera edición, que se imprimió sólo de forma póstuma. Sin embargo, no hay motivo para una celebración prematura: en su propio catálogo de obras autógrafas, el propio Mozart la identificó como “una pequeña sonata para piano para principiantes”.