La versión que el filósofo José Jara entrega a los lectores hispanohablantes de La ciencia jovial, desde su título (mal traducido como El Gay saber) ofrece nuevas claves de este libro de Nietzsche.
Jara apuesta no sólo por un título mejor, sino por una traducción superior a las ya disponibles.
La introducción es iluminadora y nos permite entender en qué momento de la vida de Nietzsche surge este libro «jovial», un texto al que el pensador alemán le tenía especial afecto y en el que «en cada una de sus frases van tiernamente unidas de la mano profundidad y petulancia». En sus páginas se respira un aire juglaresco y caminan juntos «el cantor», «el caballero» y «el espíritu libre»; se huele en él la fragancia de esa alegría provenzal, ese «gay saber», al que el espíritu de Nietzsche fue tan afín. Entre los pasajes memorables de este libro, está aquel donde se anuncia «la muerte de Dios».
Friedrich Nietzsche (Röcken, Alemania, 1844-1900). Larga y amplia es la lista de quienes han sido interpelados por su pensamiento y lo expresaron en distintas formas de la creación artística o de la escritura filosófica. A lo largo del siglo XX se multiplicaron las publicaciones sobre su pensamiento, que así cumplieron su previsión de ser un «hijo del futuro», un «buen europeo» que, según sus palabras, solo sería conocido después de 1901. Murió el 25 de agosto de 1900, luego de haber perdido su lucidez mental en los primeros días de enero de 1889. Hasta entonces y luego de 1872, publicó diecisiete libros. En distintas ediciones se han publicado más de 4.500 páginas de sus fragmentos inéditos escritos entre 1869 y 1888, 2.300 páginas con textos de su época de estudiante desde 1854 y como joven profesor en la Universidad de Basilea hasta 1879. Además, se publicaron 3.250 páginas de sus cartas entre 1850 y enero 1889.